LA PERSPECTIVA DEL NUEVO VENDEDOR

Una de las habilidades esenciales del vendedor es su perspectiva, la visión de sus objetivos y sueños, y especialmente su visión de futuro, que le permite ver lo que otros no ven.

El buen vendedor crea su futuro, entrenando continuamente, adaptándose a los cambios del mercado y, cuando sea posible, anticipando esos cambios.

Esto significa preocuparse por otras metas más allá de los problemas inmediatos y urgentes del día a día.

El buen vendedor, con su perspectiva y visión, contribuye al cambio en una empresa u organización, identificando problemas, modificando procesos, añadiendo nuevos aspectos a su trabajo, al de su entorno y a sus compañeros.

También incluye en este proceso a sus clientes, educándolos para esos cambios y proporcionándoles soluciones a largo plazo, que también resuelven sus problemas futuros y no solo los actuales.

Esta visión también lo empuja a ser creativo, buscando nuevas formas de impulsar las ventas, de satisfacer a los clientes, nuevas formas de ayudarlos y ofreciendo soluciones creativas.

Tanto el vendedor como la empresa deben innovar, cambiar, arriesgarse y cuestionarse continuamente la forma de hacer las cosas.

Salir de su zona de confort. Vender también es crear…

Hoy en día, aquellos que no aplican la creatividad simplemente desaparecen, ya están al final de sus días en el mercado.

El excelente vendedor siempre está buscando formas de mejorar, motivar, ofrecer mejores servicios y productos, y tiene una perspectiva de futuro que le permite convertir los problemas en oportunidades.

Cambia tu perspectiva.