No, no era Lázaro, pero tenía su parecido…
Ya hemos comentado muchas veces en otras publicaciones que los mercadillos callejeros son una fuente de lecciones básicas de ventas.
Pero no por básicas son menos profundas e importantes.
De hecho, sin esa base, poco se puede hacer después…
Solo hay que estar atento, con las orejas abiertas y la mente también.
Ese fue este caso, os cuento.
Paso al lado de un puesto callejero donde no había ningún cliente viendo los productos que allí se exponían.
El vendedor de mercadillo estaba sentado en una silla, a la sombra, viendo pasar la gente, tranquilo e inmutable.
Y sin decir nada. Pero pensativo.
De repente, como si tuviera una iluminación divina (o que la silla ya le hacía daño, vete tú a saber…) se levanta enérgicamente y dice en voz alta, para sí mismo:
«Levántate, Paco, que así no vendes nada»…
Voilá…
Sin necesidad de haber hecho ningún cursillo de ventas, ni escuchar a ningún gurú, Paco había descubierto uno de los primeros pasos para entender las etapas por la que pasaban sus clientes potenciales.
No podía vender así, sentado, esperando que los clientes se parasen y le prestasen atención sin más, o que llegasen por arte de magia.
Tienes que levantarte y llamar su atención, hacerte oír, hacerte ver, currartelo un poco, vamos.
El primer paso es captar la atención del cliente. Como así hacen muchos en dichos mercadillos, algunos a voces, otros de forma más sutil, y hasta con gracia y humor, hablándole a los clientes que pasaban, provocando que se parasen, o simplemente diciendo qué tipo de género traían hoy, las ofertas, etc.
Una vez captada la atención, es necesario despertar el interés del cliente, mostrando los beneficios del producto o servicio y generando curiosidad.
El siguiente paso es crear un deseo en el cliente, para que sienta la necesidad del producto o servicio y visualice cómo este puede mejorar su vida.
Finalmente, se debe motivar al cliente a tomar una acción, que entre otras cosas, puede ser realizar una compra, como en nuestro caso del mercadillo.
Sí, ya lo conocéis, es el famoso método AIDA, creado por el publicitario Elmo Lewis a finales del siglo XIX, y que desde entonces se ha convertido en un modelo ampliamente utilizado por profesionales del marketing y ventas para comprender y dirigir el proceso de compra.
Y ojo, puede ser válido tanto para B2C como para B2B.
No vamos a hablar mucho más de ello, hay miles de páginas que lo explican y puedes ampliar información por ti mismo.
Lo importante es la idea. Levantarte o seguir sentado. Tú mismo.
Y así, Paco empezó a vender. Se levantó y empezó el proceso.
Sentado no podía empezarlo.
Lo descubrió por sí mismo, con su experiencia, al ver que lo que hacía hasta ahora no funcionaba.
Puedes seguir sentado, y seguir haciendo lo que haces.
Tarde o temprano puede que descubras muchas palancas y conceptos que te ayudarán a vender y a ser mejor vendedor, como Paco.
Pero también puedes ahorrarte ese tiempo de espera, y aprovecharte de los que ya hemos pasado por ese proceso.
Levántate y descubre los conceptos eternos de ventas que siempre te funcionarán.
¡Levántate y vende! 😃
- ¡¡FELIZ NAVIDAD!!
- CÓMO CONSEGUIR REFERIDOS QUE TE ABRAN LA PUERTA A NUEVOS CLIENTES B2B
- Top Ebooks en Smashwords con Descuentos de Hasta el 75%
- 15 CLAVES PARA DIFERENCIARSE DE LA COMPETENCIA
- 10 SOFT SKILLS QUE TODO VENDEDOR DEBE TENER
- ¡LEVÁNTATE Y VENDE!